Tampoco aquí pasa nada, al menos nada relevante según los cánones habituales, pero es agradable mirarlo, sabiendo, como sabía yo entonces, que esa playa se llenaría de gente en menos de una hora. Siempre hay gente que llega antes.
MI querido amigo, empiezo a pensar que allí donde no pasa casi nada es donde se suele encontrar de todo. Como siempre, tu forma de pasar de "puntillas fotográficas" me parece cargada de precisión y ternura.
Una escena de teatro real. Tranquilo. Hay espacio, poca gente, el mar 'dentro del estrechar de la mano' (binnen handbereik). Hay marco.
ResponderEliminarUn abrazo
Tampoco aquí pasa nada, al menos nada relevante según los cánones habituales, pero es agradable mirarlo, sabiendo, como sabía yo entonces, que esa playa se llenaría de gente en menos de una hora. Siempre hay gente que llega antes.
ResponderEliminarUn abrazo
MI querido amigo, empiezo a pensar que allí donde no pasa casi nada es donde se suele encontrar de todo. Como siempre, tu forma de pasar de "puntillas fotográficas" me parece cargada de precisión y ternura.
ResponderEliminarUn abrazo, José Luis.
Como puerta de entrada al paraíso igual puede valer, con un poco de buena voluntad
ResponderEliminarGracias, Josep, a mí ya me gustan este tipo de fotografías, me alegro de que también te gusten a ti, al menos ésta.
ResponderEliminarun abrazo
Bueno, Miguel, por ahora sirve para entrar a la playa. Hay otra puerta parecida al otro extremo de la playa. Es un misterio.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta esta escena. El marco que hace la puerta parece aislar una parte del paisaje del resto.
ResponderEliminarUn saludo, y gracias por tu visita.
Gracias, DavidLzr, y bienvenido a este blog.
ResponderEliminarSaludos