La toma me gusta, Jose Luis, y no sabría decirte por qué. Imagino que por la posible historia que podría imaginar al contemplarla.
Conozco ese tipo de manos. Los zapatos muy italianos. Su manera de estar sentado, a esa edad, muy humano. Guardare... mirare... hacia fuera y un poco hacia dentro.Un abrazo
Creo que sugiere una historia, que depende de la imaginación del que mira.Saludos, David.
Cierto, Giovanni, muy humano, el hombre pedía ayuda a los que pasaban, y era realmente mayor.Un abrazo
La toma me gusta, Jose Luis, y no sabría decirte por qué. Imagino que por la posible historia que podría imaginar al contemplarla.
ResponderEliminarConozco ese tipo de manos. Los zapatos muy italianos. Su manera de estar sentado, a esa edad, muy humano. Guardare... mirare... hacia fuera y un poco hacia dentro.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que sugiere una historia, que depende de la imaginación del que mira.
ResponderEliminarSaludos, David.
Cierto, Giovanni, muy humano, el hombre pedía ayuda a los que pasaban, y era realmente mayor.
ResponderEliminarUn abrazo