Pues mira que a veces soy muy de composición perfecta y de regla de tres tercios y demás milongas, pero esta foto, con todo el espacio aparentemente vacío en sus tres cuartas partes, así inclinado, me parece fabulosa.
Sensación de equilibrio muuuy frágil, como a punto de romperse. Incluso la postura de la persona que aparece chiquitita al fondo parece estar medio cayendo.
Este tipo de encuadres inclinados o dinámicos siempre me han sugerido algo más que un momento captado por el fotógrafo. En este caso, y quizás apoyado por la sombra del edificio de la parte derecha, me produce una sensación más grande de "voyeurismo", de que el fotógrafo no quiere dejarse ver cuando la realiza. Un saludo, José Luis.
La miré en forma ampliada. Esa mujer en falda corta te mira y parece que tiene una cámara fotográfica en sus manos... Te sacó una foto a ti (igual, o mejor dicho, distinta)?
Suelo seguir las reglas, ya que me siento más seguro, y además ayudan, sobre todo al principio. Lo que ocurre es que debo acordarme de romperlas. Realmente deberíamos fotografiar como si fuera la primera vez que vemos las cosas, quitándonos los prejuicios.
Yo creo, David, que hay fotografías en las que el fotógrafo muestra más su punto de vista que en otras, aunque pensándolo bien siempre muestra algún punto de vista, o su ausencia.
Hola, Giovanni, La chica hacía una foto de la portada de la Iglesia de Frómista, una de las joyas del románico español. Estábamos cerca, durante el Camino de Santiago, y la visitamos varias veces. En ese pueblo había un sol tremendo, aunque debería decir que había una "luz tremenda". La sombra es de la propia Iglesia.
Ay como se te caiga una canica ...
ResponderEliminarPues mira que a veces soy muy de composición perfecta y de regla de tres tercios y demás milongas, pero esta foto, con todo el espacio aparentemente vacío en sus tres cuartas partes, así inclinado, me parece fabulosa.
ResponderEliminarSensación de equilibrio muuuy frágil, como a punto de romperse. Incluso la postura de la persona que aparece chiquitita al fondo parece estar medio cayendo.
¡Me gusta!
A mi me gusta esta "tumbada" y toda esa superficie "inutil" y creo que a veces hay que romper con todo y dejarse llevar por el instinto.
ResponderEliminarUn abrazo
Este tipo de encuadres inclinados o dinámicos siempre me han sugerido algo más que un momento captado por el fotógrafo. En este caso, y quizás apoyado por la sombra del edificio de la parte derecha, me produce una sensación más grande de "voyeurismo", de que el fotógrafo no quiere dejarse ver cuando la realiza.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
No sé... esa sombra a la derecha me extraña... De donde viene? Y la chica o mujer, hacia donde anda?
ResponderEliminarLa miré en forma ampliada. Esa mujer en falda corta te mira y parece que tiene una cámara fotográfica en sus manos... Te sacó una foto a ti (igual, o mejor dicho, distinta)?
ResponderEliminarNo la encontraremos, azukarillo.
ResponderEliminarUn saludo
Suelo seguir las reglas, ya que me siento más seguro, y además ayudan, sobre todo al principio. Lo que ocurre es que debo acordarme de romperlas. Realmente deberíamos fotografiar como si fuera la primera vez que vemos las cosas, quitándonos los prejuicios.
ResponderEliminarUn saludo, cal
Tienes toda la razón , Luis.
ResponderEliminarUn saludo
Yo creo, David, que hay fotografías en las que el fotógrafo muestra más su punto de vista que en otras, aunque pensándolo bien siempre muestra algún punto de vista, o su ausencia.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Giovanni, La chica hacía una foto de la portada de la Iglesia de Frómista, una de las joyas del románico español. Estábamos cerca, durante el Camino de Santiago, y la visitamos varias veces. En ese pueblo había un sol tremendo, aunque debería decir que había una "luz tremenda". La sombra es de la propia Iglesia.
ResponderEliminarUn abrazo