Es la misma, Giovanni. Como ando escaso de fotos, y quiero dejar una hasta el lunes, he puesto esta, que me gusta mucho. Ella viene mañana. Los que ya la habíais visto confío en que no os importará que la vuelva a poner.
Fotografiar las sombras, y hacerlo de la forma en que tú lo haces, es como recrear dos mundos en una sola toma. La sombra como ausencia y como emisaria. Bella imagen, José Luis.
Siempre es bonito recordar una buena foto, y esta lo es. Me encantan las sombras, y la definición de la silueta de tu hija en esta foto creo que es magnífica. Un abrazo.
Otra vez. O es distinta de la foto que ya vi una vez. Tu hija. El camino. La luz y la sombra.
ResponderEliminarUn abrazo
Es la misma, Giovanni. Como ando escaso de fotos, y quiero dejar una hasta el lunes, he puesto esta, que me gusta mucho. Ella viene mañana. Los que ya la habíais visto confío en que no os importará que la vuelva a poner.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta esta foto y verla de nuevo es como ver dos veces una buena película o leer el mismo libro una y otra vez.
ResponderEliminarSi yo fuera tu hija la enmarcaría porque es genial.
Me encanta la sombra, el perfil, parece de otra época, imperecedera, eso sí, en b/n, ya sabes que soy muy de quitar el color a las fotos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enhorabuena José Luís. No conocía la toma. Es exquisita: el perfil de la chica, las sombras, los tonos tan suaves...Preciosa. Un abrazo.
ResponderEliminarAgustín.
Ya la conocía, pero no está de más recordarla. ¿ O acaso cuando vamos al Prado no volvemos a los mismos cuadros?
ResponderEliminarCreo que lo hará, Isabel, o lo haré yo.
ResponderEliminarUn saludo
En un grupo de facebook la he puesto en blanco y negro, y también me gusta, chapiniki.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Agustín, es una de mis preferidas en color, entre las del Camino de Santiago.
ResponderEliminarUn saludo
Está bien volver a mirar las cosas que nos han gustado, sí, Joaquín, estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn saludo
¡Hermosa silueta!
ResponderEliminarMe gusta mucho. La sombra sobre la textura de la parte alta de la imagen, parece un papito.
ResponderEliminarMe gusta mucho si señor.
Totalmente de acuerdo contigo, Indalecio.
ResponderEliminarUn saludo
Durante el Camino de Santiago hay muchas oportunidades de hacer fotos que están bien, Luis, y eso que sólo estamos una semana cada año.
ResponderEliminarUn saludo
Fotografiar las sombras, y hacerlo de la forma en que tú lo haces, es como recrear dos mundos en una sola toma. La sombra como ausencia y como emisaria.
ResponderEliminarBella imagen, José Luis.
Siempre es bonito recordar una buena foto, y esta lo es. Me encantan las sombras, y la definición de la silueta de tu hija en esta foto creo que es magnífica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Josep, es cierto que el mundo de las sombras es otro mundo, y expresa otras cosas que el mundo del cual proceden.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, David. Es una de mis preferidas de mi hija y del Camino de Santiago.
ResponderEliminarUn saludo
Por dios! esta maravilla ya la vi.
ResponderEliminarGran Reestreno
Como ves, Nán, el Camino de Santiago me da para mucho, prácticamente para todo el año.
ResponderEliminarUn abrazo
Una maravilla, si señor. Pura delicadeza. Una delicia. Me gusta mucho.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Jesús, también cuenta la suerte, y el andar mucho bajo el sol, en verano, claro.
ResponderEliminarUN saludo