Excelentemente situado ese banco. Con todo un horizonte marino por delante, quien decida sentarse ahí seguro que al levantarse ya no es el mismo que se sentó. Un abrazo
Ah, qué hermoso! Voy a avisar a Enric que tiene un blog "Un banco crea un espacio para conversar".
Veo que Elvira dice lo mismo y que Luis lo encuentra 'excelentemente situado'. Estoy de acuerdo con él sobre el efecto que tendrá el banco sentándose en el.
Perfecto, ese banco es perfecto .. ya no se si tanto por su hacer, por su conservación, pero desde luego hay cosas más importantes para el. Un sitio privilegiado. Un saludo.
Probablemente, Giovanni, has estado por allí alguna vez, y sabes que ese país es tremendo en cuanto a paisaje y naturaleza, y su nivel de vida (y de renta) es alto. Me entristece pensar que algunos españoles han ido a Bergen en busca de trabajo, sin encontrarlo la mayoría de veces.
Lo siento, azukarillo, quité hace poco la palabra de verificación para que no fuera tan engorroso hacer comentarios, así que quizás tienes razón en lo que dices, aunque con esto de blogger no sé a qué atenerme.
Sí, Giovanni, baldosas mojadas por la lluvia. Sol no, pero lluvia tienen de sobra. No se puede tener todo .Me gustan los países del norte de Europa en los que he estado.
Ô_Ô ¡Guau, guau, guau! Aquí está precisamente la luz que busco incansablemente en mis fotografías, José Luis. Es simplemente espectacular, brutal, preciosa.
¡Ay, Cal, sólo hay que ir a Noruega! Muchas de las fotos de Noruega (en el blog suelo poner alguna, pocas, cuando ya no tengo ninguna decente del entorno cercano) tienen esta luz. Allí es fácil, y salen todas bien. Así que ya sabes, hacia el norte, en cuanto puedas.
¡Con lo que me gusta a mí el norte! Solo me falta tener un poco más de arrojo. Gracias por la información, José Luis. La foto es preciosa, preciosísima, pero no te engañes: la mirada del fotógrafo es decisiva. Uno de mis familiares más cercanos se fue de Luna de Miel a Noruega y te puedo asegurar que no trajo ninguna foto potable.
Claro que estoy de acuerdo, Cal, fotografiar es aprender a mirar. Me parece que la naturaleza es la primera escuela de la mirada. Las fotografías que hacía hace cuatro años eran, prácticamente todas, del campo o de los caminos. Luego, o simultáneamente, vienen todas las demás maneras de mirar, al menos en mi caso, claro.
¡Oh, qué maravilla de sitio! Y, por tanto, de foto, si es capaz de hacérnoslo ver.
No quiero ser chovinista, Cal, José Luis, pero eso (de lejos, para no ver las construcciones) podría ser Galicia. Y cuando estuve allí también me lo pareción. Solo que allí las personas están en el mismo bando que la Naturaleza, y aquí no :(
Noruega: solo estuvimos unos diez días, y es difícil hacerte una idea cabal sobre todo el país. Noruega, Finlandia, Suiza... me gustan mucho, tanto la naturaleza, apabullante en muchos casos, como lo que parece deducirse de lo que ves y usas, pero no me atrevería a juzgar a todo el país por diez días. Mi hijo estuvo un curso entero en Helsinki, y su experiencia, y a través de él la nuestra cuando estuvimos allí, fue muy positiva. Pero creo que entra, como no podía ser de otra manera, el carácter de cada uno, y al mío el funcionamiento de esos países le va. Galicia: creo que en el año 85 estuve allí, con una orquesta, durante casi dos meses, de manera intermitente, en verano, y me gustó mucho. Hemos vuelto otras veces, siempre bien. La fotografía creo que está hecha en la parte delantera del hotel Kviknes, en Balestrand. Consulté de reojo el repertorio que tocaba el pianista de su piano bar, una mezcla de clásica, música de películas y jazz suave, y, en algunos momentos en los que este país parece que nos quiere echar a todos, imagino que tengo, necesariamente, que marchar a trabajar fuera, y pienso que lo único que tendría alguna salida para mí sería algo así: músico de hotel, o de calle, como muchos hemos visto, y seguimos viendo, que hacen músicos rumanos o de otros países del este de Europa. Probablemente todas las plazas están ocupadas. No importa, mi padre, músico de orquesta de baile toda su vida, fue, durante un tiempo, con un circo, y no lo pasó mal. Creo que circos también quedan pocos. En fin, he comenzado, por enésima vez, a estudiar inglés.
Antes de que hubiera, de manera normal y formal, profesores de música en primaria, secundaria y escuelas de música municipales o privadas, además de en los conservatorios, las salidas profesionales de los estudiantes de música eran algo así, o trabajar en otra cosa además de dedicarse a la música. Las actividades musicales informales siguen siendo algo bastante normal dentro de mi vida, aunque menos que antes. Tengo una edad (o dos, que diría alguien).
Excelentemente situado ese banco. Con todo un horizonte marino por delante, quien decida sentarse ahí seguro que al levantarse ya no es el mismo que se sentó.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué hermoso! Un abrazo
ResponderEliminarAh, qué hermoso! Voy a avisar a Enric que tiene un blog "Un banco crea un espacio para conversar".
ResponderEliminarVeo que Elvira dice lo mismo y que Luis lo encuentra 'excelentemente situado'. Estoy de acuerdo con él sobre el efecto que tendrá el banco sentándose en el.
Un abrazo
Muy sugerente y muy bien compuesta. Por cierto, José Luis, me cuesta mucho publicar comentarios en tu blog. Será un problema mío.
ResponderEliminarUn saludo.
Rahatlatıcı bir manzara.
ResponderEliminarPreciosa composición.
ResponderEliminarUn saludo.
Perfecto, ese banco es perfecto .. ya no se si tanto por su hacer, por su conservación, pero desde luego hay cosas más importantes para el.
ResponderEliminarUn sitio privilegiado.
Un saludo.
Es también la luz que hace la foto especial, y el reflejo sobre las baldosas (o cómo llamarlas?) que parecen ser recién mojadas. Por una lluvia?
ResponderEliminarTienes toda la razón: quien se sienta allí, y permanece sentado un rato, no es el mismo. Se tarda años en saber eso.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis
Noruega es así, Elvira, una naturaleza apabullante.
ResponderEliminarUn abrazo
Es el sitio, Jesús, el que lo hace especial, y que sea de madera, claro. La verdad es que allí hay muchos lugares como éste, y ellos lo saben.
ResponderEliminarUn saludo
Probablemente, Giovanni, has estado por allí alguna vez, y sabes que ese país es tremendo en cuanto a paisaje y naturaleza, y su nivel de vida (y de renta) es alto. Me entristece pensar que algunos españoles han ido a Bergen en busca de trabajo, sin encontrarlo la mayoría de veces.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo siento, azukarillo, quité hace poco la palabra de verificación para que no fuera tan engorroso hacer comentarios, así que quizás tienes razón en lo que dices, aunque con esto de blogger no sé a qué atenerme.
ResponderEliminarUn saludo
Büyük bir gerçeği.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, anónimo. Con esa naturaleza, no es difícil que las fotos salgan y se hagan bien.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, Giovanni, baldosas mojadas por la lluvia. Sol no, pero lluvia tienen de sobra. No se puede tener todo .Me gustan los países del norte de Europa en los que he estado.
ResponderEliminarUn abrazo
Ô_Ô
ResponderEliminar¡Guau, guau, guau! Aquí está precisamente la luz que busco incansablemente en mis fotografías, José Luis. Es simplemente espectacular, brutal, preciosa.
¡Ay, Cal, sólo hay que ir a Noruega! Muchas de las fotos de Noruega (en el blog suelo poner alguna, pocas, cuando ya no tengo ninguna decente del entorno cercano) tienen esta luz. Allí es fácil, y salen todas bien. Así que ya sabes, hacia el norte, en cuanto puedas.
EliminarUn saludo
¡Con lo que me gusta a mí el norte! Solo me falta tener un poco más de arrojo. Gracias por la información, José Luis. La foto es preciosa, preciosísima, pero no te engañes: la mirada del fotógrafo es decisiva. Uno de mis familiares más cercanos se fue de Luna de Miel a Noruega y te puedo asegurar que no trajo ninguna foto potable.
EliminarClaro que estoy de acuerdo, Cal, fotografiar es aprender a mirar. Me parece que la naturaleza es la primera escuela de la mirada. Las fotografías que hacía hace cuatro años eran, prácticamente todas, del campo o de los caminos. Luego, o simultáneamente, vienen todas las demás maneras de mirar, al menos en mi caso, claro.
ResponderEliminarUn saludo
¡Oh, qué maravilla de sitio! Y, por tanto, de foto, si es capaz de hacérnoslo ver.
ResponderEliminarNo quiero ser chovinista, Cal, José Luis, pero eso (de lejos, para no ver las construcciones) podría ser Galicia. Y cuando estuve allí también me lo pareción. Solo que allí las personas están en el mismo bando que la Naturaleza, y aquí no :(
Noruega: solo estuvimos unos diez días, y es difícil hacerte una idea cabal sobre todo el país. Noruega, Finlandia, Suiza... me gustan mucho, tanto la naturaleza, apabullante en muchos casos, como lo que parece deducirse de lo que ves y usas, pero no me atrevería a juzgar a todo el país por diez días. Mi hijo estuvo un curso entero en Helsinki, y su experiencia, y a través de él la nuestra cuando estuvimos allí, fue muy positiva. Pero creo que entra, como no podía ser de otra manera, el carácter de cada uno, y al mío el funcionamiento de esos países le va.
ResponderEliminarGalicia: creo que en el año 85 estuve allí, con una orquesta, durante casi dos meses, de manera intermitente, en verano, y me gustó mucho. Hemos vuelto otras veces, siempre bien.
La fotografía creo que está hecha en la parte delantera del hotel Kviknes, en Balestrand. Consulté de reojo el repertorio que tocaba el pianista de su piano bar, una mezcla de clásica, música de películas y jazz suave, y, en algunos momentos en los que este país parece que nos quiere echar a todos, imagino que tengo, necesariamente, que marchar a trabajar fuera, y pienso que lo único que tendría alguna salida para mí sería algo así: músico de hotel, o de calle, como muchos hemos visto, y seguimos viendo, que hacen músicos rumanos o de otros países del este de Europa. Probablemente todas las plazas están ocupadas. No importa, mi padre, músico de orquesta de baile toda su vida, fue, durante un tiempo, con un circo, y no lo pasó mal. Creo que circos también quedan pocos. En fin, he comenzado, por enésima vez, a estudiar inglés.
Un saludo a todos
Futuro halagüeño, ves, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.
Antes de que hubiera, de manera normal y formal, profesores de música en primaria, secundaria y escuelas de música municipales o privadas, además de en los conservatorios, las salidas profesionales de los estudiantes de música eran algo así, o trabajar en otra cosa además de dedicarse a la música. Las actividades musicales informales siguen siendo algo bastante normal dentro de mi vida, aunque menos que antes. Tengo una edad (o dos, que diría alguien).
ResponderEliminarUn abrazo optimista