Esta también (como muchas otras tuyas) me produce cierta sensación negativa. No porque no me guste, obviamente, sino por lo que me sugiere. Esta en concreto me parece estresante, una imagen de indefensión, o al menos de incomodidad, de desubicación. En fin, ya ves...
Creo que es por la actitud del perro, tan sumisa. Pero la foto es débil en cuanto a significado. Dos elementos, uno animado y otro no, uno que me produce simpatía y otro cierta indiferencia, creo que por la materia de la que están hechos, carne y hierro. Incluso la sensación táctil es muy diferente. Las formas del perro, redondeadas, sus orejas, patas, los colores de su piel, contrastan con las formas de la bici. El perro entero, la bici no. Cada uno ocupa, más o menos, la mitad de la foto, pero creo que tiene más peso visual el perro, porque está arriba y porque, como humanos, estamos más cerca de lo animado que de lo inanimado. Y la bicicleta no tiene expresión. Parece mucho más complicada, mecánicamente, la bici que el perro, que al mirar fuera de la foto produce también cierta intriga. El encuadre, desde arriba y en vertical, causa cierta extrañeza, y aunque no me parece que sea un elemento muy importante, obliga a mirar la foto desde arriba hacia abajo, algo a lo que también ayuda la línea de la sombra. La cadena que lleva el perro parece estar atada al bajante de la canalera para el agua, y eso podría ayudarnos a saber qué hace allí el perro, qué espera. Probablemente su dueño lo ha dejado allí, semiatado, y volverá a recogerlo. Visualmente me parece bastante potente, emocionalmente es casi humana, o al menos algo de humano hay en esta escena, e intelectualmente es uno de los ejemplos de nuestra relación con los animales. Fuera de la foto suceden cosas. Mirando mejor, el perro y la luz son lo único importante, lo demás es acompañamiento. Hay otra cosa: la bici al sol, el perro a la sombra, creo que el sol, el tremendo sol del verano y las sombras que produce es uno de los rasgos característicos de muchas de nuestras fotografías, y muchas veces no hay que esperar otra luz, sino que esa es la luz buena, con sus contrastes tan acusados.
Portorosa, Luis, Fernando, Giovanni, todos habéis comentado algo de lo que he dicho, y lo agradezco mucho. No suelo hacer comentarios tan extensos, y menos de mis fotos, este es una excepción. Os agradezco infinitamente vuestra paciencia y vuestra visita. Un abrazo.
Es un encuadre tan atrevido y poco usual que a mi me produce un poco de lio mental. Hasta que uno recorre la imagen de lado a lado y acepta el encuadre es verdad que algo no funciona muy bien De cualquier modo es cuestión de continuar investigando. Un abrazo
En comparación al perro la bicicleta parece muy complicada. Muy buena la combinación de dos entes distintos, resaltado por la luz y sombra. Estás haciendo un nuevo tipo de fotos últimamente. El perro no mira al fotógrafo, lo que significa que entra otra persona en la imagen, o sea fuera de la imagen, igual que tú. Sale solamente parte de la bici y el perro sale entero, lo que le da a la foto la idea de una realidad más amplia que la imagen (incluyendo a ti y esa otra persona).
Para mi la bici es como un animal, (en el fondo, es el caballo atado al árbol) y la luz y el punto de vista le dan una materialidad tan intensa como una admiración. La interrogación del perro es una inminencia. Una foto donde todo sucede después.
Gracias por tu autocomentario. Es muy enriquecedor conocer el punto de vista del autor. Un abrazo.
Esta también (como muchas otras tuyas) me produce cierta sensación negativa. No porque no me guste, obviamente, sino por lo que me sugiere.
ResponderEliminarEsta en concreto me parece estresante, una imagen de indefensión, o al menos de incomodidad, de desubicación.
En fin, ya ves...
Un abrazo.
Creo que es por la actitud del perro, tan sumisa. Pero la foto es débil en cuanto a significado. Dos elementos, uno animado y otro no, uno que me produce simpatía y otro cierta indiferencia, creo que por la materia de la que están hechos, carne y hierro. Incluso la sensación táctil es muy diferente. Las formas del perro, redondeadas, sus orejas, patas, los colores de su piel, contrastan con las formas de la bici. El perro entero, la bici no. Cada uno ocupa, más o menos, la mitad de la foto, pero creo que tiene más peso visual el perro, porque está arriba y porque, como humanos, estamos más cerca de lo animado que de lo inanimado. Y la bicicleta no tiene expresión. Parece mucho más complicada, mecánicamente, la bici que el perro, que al mirar fuera de la foto produce también cierta intriga. El encuadre, desde arriba y en vertical, causa cierta extrañeza, y aunque no me parece que sea un elemento muy importante, obliga a mirar la foto desde arriba hacia abajo, algo a lo que también ayuda la línea de la sombra. La cadena que lleva el perro parece estar atada al bajante de la canalera para el agua, y eso podría ayudarnos a saber qué hace allí el perro, qué espera. Probablemente su dueño lo ha dejado allí, semiatado, y volverá a recogerlo. Visualmente me parece bastante potente, emocionalmente es casi humana, o al menos algo de humano hay en esta escena, e intelectualmente es uno de los ejemplos de nuestra relación con los animales. Fuera de la foto suceden cosas. Mirando mejor, el perro y la luz son lo único importante, lo demás es acompañamiento. Hay otra cosa: la bici al sol, el perro a la sombra, creo que el sol, el tremendo sol del verano y las sombras que produce es uno de los rasgos característicos de muchas de nuestras fotografías, y muchas veces no hay que esperar otra luz, sino que esa es la luz buena, con sus contrastes tan acusados.
EliminarPortorosa, Luis, Fernando, Giovanni, todos habéis comentado algo de lo que he dicho, y lo agradezco mucho. No suelo hacer comentarios tan extensos, y menos de mis fotos, este es una excepción. Os agradezco infinitamente vuestra paciencia y vuestra visita. Un abrazo.
Es un encuadre tan atrevido y poco usual que a mi me produce un poco de lio mental. Hasta que uno recorre la imagen de lado a lado y acepta el encuadre es verdad que algo no funciona muy bien
ResponderEliminarDe cualquier modo es cuestión de continuar investigando.
Un abrazo
Me gusta el tu punto de vista y también la mirada del perro.
ResponderEliminarUn saludo
En comparación al perro la bicicleta parece muy complicada. Muy buena la combinación de dos entes distintos, resaltado por la luz y sombra. Estás haciendo un nuevo tipo de fotos últimamente. El perro no mira al fotógrafo, lo que significa que entra otra persona en la imagen, o sea fuera de la imagen, igual que tú. Sale solamente parte de la bici y el perro sale entero, lo que le da a la foto la idea de una realidad más amplia que la imagen (incluyendo a ti y esa otra persona).
ResponderEliminarUn abrazo
Para mi la bici es como un animal, (en el fondo, es el caballo atado al árbol) y la luz y el punto de vista le dan una materialidad tan intensa como una admiración. La interrogación del perro es una inminencia. Una foto donde todo sucede después.
ResponderEliminarGracias por tu autocomentario. Es muy enriquecedor conocer el punto de vista del autor.
Un abrazo.
Tus comentarios también son enriquecedores, Xuan, creo que así aprendemos todos.
EliminarUn abrazo