Otros años creo recordar que visten a los pasos en la misma plaza, y se quedan, más o menos ordenados, hasta la procesión. Durante unas horas están en la plaza. Me acerqué ayer por allí a las cuatro de la tarde, dando una vuelta, y como amenazaba lluvia no había ningún paso, ni en la plaza ni, aparentemente, dentro de la iglesia (creo que los guardan, algunos, en almacenes particulares y todavía no habían acudido, aunque vi un Santo Cristo). Entré en la iglesia y estaban montando, en la misma entrada, ya que los andamios de las obras no permiten muchas evoluciones, este paso, creo que se llama el Santo Sepulcro. Lo demás ya puedes imaginarlo: hice la foto en el momento en que subían la imagen, dentro del ataúd o sepulcro, sobre el chasis con ruedas. Antes estuvieron, cuatro hombres y dos mujeres, arreglándolo, por dentro y por fuera. Una de ellas me pidió que, cuando acabaran, hiciera algunas fotos al paso. Yo mientras tanto los vi de lejos, aunque luego cada vez más cerca. No puede evitar acordarme de los cuentos de Jiménez Lozano.
Me gusta mucho esta foto! Has entrado en la vida de un ser humano y el entorno en que se mueve y con eso me has dado una relación, un contacto con ambos, el hombre y su entorno. Hace poco estuve en un sitio, un espacio, que tiene relación con lo que veo en la foto, con la sola y gran diferencia que en ese caso, el mío, estuve en un espacio de vidas ya pasadas, tanto del hombre de quien eran expuestas sus "belongings" (no sé la palabra en castellano) como del edificio en que estaban expuestas. Lo filmé y lo puedes ver dentro de pocos días.
Madre mía, madre mía qué foto más alucinante. Siempre he querido fotografiar la SS y, viendo esta instantánea tuya, me doy cuenta que mi fallo está en fijarme en su grandilocuencia y no en su humildad.
Vaya, qué momento: justo estar ahí. Y con varias capas de sentido debajo.
ResponderEliminarOtros años creo recordar que visten a los pasos en la misma plaza, y se quedan, más o menos ordenados, hasta la procesión. Durante unas horas están en la plaza. Me acerqué ayer por allí a las cuatro de la tarde, dando una vuelta, y como amenazaba lluvia no había ningún paso, ni en la plaza ni, aparentemente, dentro de la iglesia (creo que los guardan, algunos, en almacenes particulares y todavía no habían acudido, aunque vi un Santo Cristo). Entré en la iglesia y estaban montando, en la misma entrada, ya que los andamios de las obras no permiten muchas evoluciones, este paso, creo que se llama el Santo Sepulcro. Lo demás ya puedes imaginarlo: hice la foto en el momento en que subían la imagen, dentro del ataúd o sepulcro, sobre el chasis con ruedas. Antes estuvieron, cuatro hombres y dos mujeres, arreglándolo, por dentro y por fuera. Una de ellas me pidió que, cuando acabaran, hiciera algunas fotos al paso. Yo mientras tanto los vi de lejos, aunque luego cada vez más cerca. No puede evitar acordarme de los cuentos de Jiménez Lozano.
EliminarUn abrazo
El trastero de la SS.
ResponderEliminarBesos
Es la iglesia, que está de obras desde hace un tiempo, y aquí se ve más o menos claro su envergadura (la de la obra).
EliminarUn abrazo
Magnífica fotografía, en intención y realización. Esa puerta de la parte inferior derecha, taponada...
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro, me alegro de que te guste. Siempre puede haber más, en las fotos.
EliminarUn abrazo
Gran luz...
ResponderEliminarGracias, Indalecio, un abrazo.
EliminarMe gusta mucho esta foto! Has entrado en la vida de un ser humano y el entorno en que se mueve y con eso me has dado una relación, un contacto con ambos, el hombre y su entorno. Hace poco estuve en un sitio, un espacio, que tiene relación con lo que veo en la foto, con la sola y gran diferencia que en ese caso, el mío, estuve en un espacio de vidas ya pasadas, tanto del hombre de quien eran expuestas sus "belongings" (no sé la palabra en castellano) como del edificio en que estaban expuestas. Lo filmé y lo puedes ver dentro de pocos días.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Giovanni, siempre ves más en una foto, que es como me gusta mirar las fotografías, las mías y las de los demás.
EliminarUn abrazo
Madre mía, madre mía qué foto más alucinante. Siempre he querido fotografiar la SS y, viendo esta instantánea tuya, me doy cuenta que mi fallo está en fijarme en su grandilocuencia y no en su humildad.
ResponderEliminarPreciosa, José Luis.
Gracias, Cal, viniendo de ti no es cualquier cosa. Sabes que está lo importante y lo secundario, y yo suelo mirar lo secundario.
EliminarUn abrazo
Paseo por tu blog disfrutando de tus fotos, aunque muchas veces no se me ocurre nada que decir. Un abrazo
ResponderEliminarNo pasa nada, Elvira, ni hay que decir nada. Yo mismo me paseo por otros blogs y tampoco se me ocurre qué decir.
ResponderEliminarUn abrazo