José Luis, no sabía que también te dedicaras al cortometraje. Excelente el guión, con esas dos acciones que se desarrollan de forma paralela, y esa historia que crece hasta explotar y luego volver al orden. Magnífica la puesta en escena, la manera en la que van entrando los personajes, y saliendo. Qué bien rodada la parte en que los perros se desmandan y empiezan a danzar enredando a todo el mundo en su coreografía improvisada. Y ese final, con el hombre que mira y vislumbra el comienzo de otra escena, de otra historia fulgurante.
Cómo he disfrutado, fotograma a fotograma. Recomiendo pinchar en la primera foto y luego ir pasándolas, una a una. Gracias, director. Hacia tiempo que no sentía tan intensamente esa magia que a veces encierran las fotografías, y la vida. Un abrazo.
Es casualidad. Supongo que conoces Santander, así que ya sabes que el paseo marítimo, o lo que se le parece, es muy largo. Nos sentamos un rato a descansar y, con mis 50 mm, miro lo que tengo cerca. Es un viaje normal, no fotográfico, así que no miro especialmente nada. La primera fotografía era la que hacía desde donde estaba sentado yo pero apareció el perro en escena y todo lo demás. Tú ya sabes que las cosas son así. Me alegro mucho de que te haya gustado, ahora he puesto otra serie también del mismo o parecido sitio. Creo que era el centro de alto rendimiento relativo a vela, aunque las barquitas que veíamos eran de aficionados, diría yo.
Bueno, Teresa, tu último post tampoco se queda atrás. Ambientes marítimos, tan lejos del interior en el que vivo. Por cierto, ¿tu comarca incluye Cadaqués?
No. Cadaqués està muy al norte de Catalunya, en la provincia de Girona. Yo estoy en una comarca de interior un poco al norte de Barcelona. Como tu, tampoco veo el mar. Me conformo con imaginarlo.
Vivimos casi quince años en el Vallés Occidental, donde el mar estaba cerca físicamente pero lejos a la hora de la verdad. Algunas veces, cuando nuestros hijos eran pequeños, sobre todo, íbamos al mar, pero somos más de interior. Y de pueblo, sin esfuerzo. Aunque de vez en cuando vamos a Barcelona o Zaragoza. No lo echo de menos.
Muy curiosas tus series. Esta me ha llamado especialmente la atención por su simpatía y por la recreación de como se desarrolan las escenas en un espacio público, enmarcado con un principio y un final a modo de relato.
Me alegro de que te gusten, Daniel, bienvenido a este blog. Realmente son casualidades, y, normalmente, las series siguen un orden cronológico, pero hay otra manera de fotografiar y ordenar series en la que las "conexiones silenciosas" entre unas fotos y otras no son tan evidentes pero sí fuertes. En eso andamos investigando. Un saludo y encantado de verte por aquí.
¡El piano norrrr! Si dios, la madre naturaleza o quien sea te ha dotado de don de la música, no hay que abandonarlo jamás. No existe arte más excelso que el sonoro. Te lo dice una que tiene una oreja enfrente de la otra y se muere de envidia por cualquiera que haga sonar un instrumento musical, aunque sea el triángulo. ;-D
No pienso cambiar a estas alturas, por supuesto, pero la crisis afecta a todo cada vez con más intensidad. Comparado con la música la fotografía puede ser un arte muy concreto.
José Luis, no sabía que también te dedicaras al cortometraje. Excelente el guión, con esas dos acciones que se desarrollan de forma paralela, y esa historia que crece hasta explotar y luego volver al orden. Magnífica la puesta en escena, la manera en la que van entrando los personajes, y saliendo. Qué bien rodada la parte en que los perros se desmandan y empiezan a danzar enredando a todo el mundo en su coreografía improvisada. Y ese final, con el hombre que mira y vislumbra el comienzo de otra escena, de
ResponderEliminarotra historia fulgurante.
Cómo he disfrutado, fotograma a fotograma. Recomiendo pinchar en la primera foto y luego ir pasándolas, una a una. Gracias, director. Hacia tiempo que no sentía tan intensamente esa magia que a veces encierran las fotografías, y la vida.
Un abrazo.
Es casualidad. Supongo que conoces Santander, así que ya sabes que el paseo marítimo, o lo que se le parece, es muy largo. Nos sentamos un rato a descansar y, con mis 50 mm, miro lo que tengo cerca. Es un viaje normal, no fotográfico, así que no miro especialmente nada. La primera fotografía era la que hacía desde donde estaba sentado yo pero apareció el perro en escena y todo lo demás. Tú ya sabes que las cosas son así. Me alegro mucho de que te haya gustado, ahora he puesto otra serie también del mismo o parecido sitio. Creo que era el centro de alto rendimiento relativo a vela, aunque las barquitas que veíamos eran de aficionados, diría yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Poco más e inventas el cine, me ha encantado.
ResponderEliminarY al final, la soledad, elstado cuasi natural del hombre.
Besotes
Más que el cine la fotonovela, aunque ya está inventada. Todo ocurre delante de nuestros ojos.
EliminarUn abrazo
Muy divertida esta serie!
ResponderEliminarBueno, Teresa, tu último post tampoco se queda atrás. Ambientes marítimos, tan lejos del interior en el que vivo. Por cierto, ¿tu comarca incluye Cadaqués?
EliminarUn abrazo
No. Cadaqués està muy al norte de Catalunya, en la provincia de Girona. Yo estoy en una comarca de interior un poco al norte de Barcelona. Como tu, tampoco veo el mar. Me conformo con imaginarlo.
EliminarVivimos casi quince años en el Vallés Occidental, donde el mar estaba cerca físicamente pero lejos a la hora de la verdad. Algunas veces, cuando nuestros hijos eran pequeños, sobre todo, íbamos al mar, pero somos más de interior. Y de pueblo, sin esfuerzo. Aunque de vez en cuando vamos a Barcelona o Zaragoza. No lo echo de menos.
EliminarUn abrazo
Muy curiosas tus series. Esta me ha llamado especialmente la atención por su simpatía y por la recreación de como se desarrolan las escenas en un espacio público, enmarcado con un principio y un final a modo de relato.
ResponderEliminarMe uno a tu espacio.
Saludos
lafotografiadedaniellopez
Me alegro de que te gusten, Daniel, bienvenido a este blog. Realmente son casualidades, y, normalmente, las series siguen un orden cronológico, pero hay otra manera de fotografiar y ordenar series en la que las "conexiones silenciosas" entre unas fotos y otras no son tan evidentes pero sí fuertes. En eso andamos investigando. Un saludo y encantado de verte por aquí.
EliminarHabrá que estar pendiente de tus investigaciones. ;)
EliminarSaludos.
¡Guau! De veras que no tienes nada que envidiar a los fotógrafos profesionales. Ô_Ô
ResponderEliminarJá, já, já, no creas que no lo he pensado alguna vez si lo de la música y el piano van a menos.
EliminarUn abrazo
¡El piano norrrr! Si dios, la madre naturaleza o quien sea te ha dotado de don de la música, no hay que abandonarlo jamás. No existe arte más excelso que el sonoro. Te lo dice una que tiene una oreja enfrente de la otra y se muere de envidia por cualquiera que haga sonar un instrumento musical, aunque sea el triángulo. ;-D
EliminarNo pienso cambiar a estas alturas, por supuesto, pero la crisis afecta a todo cada vez con más intensidad. Comparado con la música la fotografía puede ser un arte muy concreto.
EliminarUn abrazo