Se necesita peso, a veces.Un abrazo
Para que no se levante, con el aire, el tejado, eso es.Un abrazo
La huella humana bajo cualquier cielo.Besos
Casi siempre presente, es verdad.Un abrazo
Cruces. Líneas y cruces
Parece que es lo que más abunda en este tejado.Un abrazo
Por fin llego a tu blog y puedo hacer el comentario.Me encantan tus fotos porque hablan y me hacen pensar qué es lo que dicen.En esta foto me pregunto:¿Quién fue capaz de tirar las piedras en ese tejado tan alto?Un abrazo
Me permito la osadía de responder: estoy seguro que el mismo dueño de la casa, para que el tejado no vuele con los días de viento.
Me alegro de que hayas llegado hasta aquí, Ele Bergón, nos conocemos de La Acequia, claro. Creo que tiene razón Paco, has puesto las piedras para que sea más difícil que el techo de uralita vuele los días de viento. Un abrazo, Ele.
Y allí dentro de los tejados aplastados siempre hay algo preparado para subir, aunque sea a través de una chimenea.
Los humanos nos adaptamos o adaptamos los lugares en los que vivimos, a todo.Un abrazo, Paco.
Se necesita peso, a veces.
ResponderEliminarUn abrazo
Para que no se levante, con el aire, el tejado, eso es.
EliminarUn abrazo
La huella humana bajo cualquier cielo.
ResponderEliminarBesos
Casi siempre presente, es verdad.
EliminarUn abrazo
Cruces. Líneas y cruces
ResponderEliminarParece que es lo que más abunda en este tejado.
EliminarUn abrazo
Por fin llego a tu blog y puedo hacer el comentario.
ResponderEliminarMe encantan tus fotos porque hablan y me hacen pensar qué es lo que dicen.
En esta foto me pregunto:¿Quién fue capaz de tirar las piedras en ese tejado tan alto?
Un abrazo
Me permito la osadía de responder: estoy seguro que el mismo dueño de la casa, para que el tejado no vuele con los días de viento.
EliminarMe alegro de que hayas llegado hasta aquí, Ele Bergón, nos conocemos de La Acequia, claro. Creo que tiene razón Paco, has puesto las piedras para que sea más difícil que el techo de uralita vuele los días de viento. Un abrazo, Ele.
EliminarY allí dentro de los tejados aplastados siempre hay algo preparado para subir, aunque sea a través de una chimenea.
ResponderEliminarLos humanos nos adaptamos o adaptamos los lugares en los que vivimos, a todo.
EliminarUn abrazo, Paco.