He venido a conocerte en tu casa. He estado viendo tus últimas fotos de la serie Camino del Penchat y observo que son más interesantes en cuanto serie que solo individualmente. Consideradas en conjunto, cada una adquiere un lugar en la serie. Aisladas quedan descontextualizadas como esta que hoy nos ofreces cuyo sentido se me escapaba cuando la visto aislada. Luego he observado tu trabajo que es dotar de sentido a lo cotidiano dejándolo aquí, sin más pretensión. Esta foto es un fragmento de realidad, tan importante como cualquier otro, pero tú lo has seleccionado: un trozo de suelo con sus piedras, sus conchas, su geometría azarosa, su potencia casual y causal de la vida. No sé si es tanto fotografía o conecta con la filosofía de la materia, del origen del universo surgido tal vez por azar como este fragmento carente de sentido o pleno de él por no tener ninguno. La composición es extraña y conflictiva. No sé si es la mejor. Me desconcierta y me desubica, lo que no sé si es un mérito de la foto o un demérito. Me hace pensar pero no me acaba de convencer, aunque esta tensión en sí es interesante. Un cordial saludo.
Al ser la fotografía un medio de expresión visual la potencia de la imagen es fundamental. Mi foto es visualmente corriente, el otro día cielo, hoy suelo, nada más, no tiene más recorrido emocional o intelectual, creo. Pero es correcta en cuanto imagen, que es el mínimo que me suelo imponer siempre, otra vez será mejor, probablemente. Gracias por pasarte por aquí, Joselu, y un abrazo.
Creo que lo comentamos una vez, Luis, a veces hacemos fotografías mejores y otras corrientes, como casi todo en la vida. No me molesta que me lo digas, tampoco.
Vestigios de una historia reciente. Esta arqueología de lo cotidiano nos ayuda a situarnos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, algo de eso hay, aquí y casi en todos lados.
EliminarUn abrazo
He venido a conocerte en tu casa. He estado viendo tus últimas fotos de la serie Camino del Penchat y observo que son más interesantes en cuanto serie que solo individualmente. Consideradas en conjunto, cada una adquiere un lugar en la serie. Aisladas quedan descontextualizadas como esta que hoy nos ofreces cuyo sentido se me escapaba cuando la visto aislada. Luego he observado tu trabajo que es dotar de sentido a lo cotidiano dejándolo aquí, sin más pretensión. Esta foto es un fragmento de realidad, tan importante como cualquier otro, pero tú lo has seleccionado: un trozo de suelo con sus piedras, sus conchas, su geometría azarosa, su potencia casual y causal de la vida. No sé si es tanto fotografía o conecta con la filosofía de la materia, del origen del universo surgido tal vez por azar como este fragmento carente de sentido o pleno de él por no tener ninguno. La composición es extraña y conflictiva. No sé si es la mejor. Me desconcierta y me desubica, lo que no sé si es un mérito de la foto o un demérito. Me hace pensar pero no me acaba de convencer, aunque esta tensión en sí es interesante. Un cordial saludo.
ResponderEliminarAl ser la fotografía un medio de expresión visual la potencia de la imagen es fundamental. Mi foto es visualmente corriente, el otro día cielo, hoy suelo, nada más, no tiene más recorrido emocional o intelectual, creo. Pero es correcta en cuanto imagen, que es el mínimo que me suelo imponer siempre, otra vez será mejor, probablemente. Gracias por pasarte por aquí, Joselu, y un abrazo.
EliminarA mi, sientiendolo mucho, no me dice nada más allá que la presencia de una parte de una realidad. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que lo comentamos una vez, Luis, a veces hacemos fotografías mejores y otras corrientes, como casi todo en la vida. No me molesta que me lo digas, tampoco.
EliminarUn abrazo
El mar... (la mar)
ResponderEliminarUn abrazo
Brillante e imaginativa asociación libre, Giovanni.
EliminarUn abrazo