Fugaz yo y sólida la casa. Esa zona, Pedro, se está convirtiendo en zona de construcciones caras, pero esta casa fue de las primeras y nunca me ha parecido cara. Un abrazo
Como en esos sueños (mágicos o terribles) en los que todo es vertiginoso, menos la imagen de la casa, la que fue tu casa, que es sólida y estable... pero a la que en el sueño no puedes llegar.
No sé cómo has conseguido ese efecto, pero es fantástico.
La casa, Nán, está prácticamente sola, por ahora. Enfrente ya hay varias casas realmente caras o muy caras, para un nivel adquisitivo alto. En cierta manera esta casa podría elevarse sobre sí misma y flotar, como Baralla. Desde que hice la foto la miro de otra manera, y paso (sigo pasando, a pesar de este calor y de julio), casi cada día.
Creo que deberían haberla acabado del todo, Noite. Supongo que les pasó como a tantos, incluído yo mismo hace veinte años, y referido a otro tipo de casa: no teníamos dinero suficiente para todo, y hay partes de una casa que pueden esperar. Pero no vive nadie.
Me encanta esta foto, me lleva al lugar/sitio, me encuentro ahí/aquí, siento la tierra, el pasto, camino a la casa, toco la puerta y grito "Está alguién!?"
Es curioso, Giovanni, pero no vive nadie. A lo largo de veinte años he visto cómo se empezaban a acababan casas por esa zona, imaginando el frío que pasan los albañiles en invierno y el calor que ahora mismo sienten. Sólo lo imagino, es realmente duro en su aspecto físico. Tu casa es, en parte, de madera, y la mantienes, lo recuerdo.
Lo fugaz y lo sólido.
ResponderEliminarFugaz yo y sólida la casa. Esa zona, Pedro, se está convirtiendo en zona de construcciones caras, pero esta casa fue de las primeras y nunca me ha parecido cara. Un abrazo
EliminarComo en esos sueños (mágicos o terribles) en los que todo es vertiginoso, menos la imagen de la casa, la que fue tu casa, que es sólida y estable... pero a la que en el sueño no puedes llegar.
ResponderEliminarNo sé cómo has conseguido ese efecto, pero es fantástico.
La casa, Nán, está prácticamente sola, por ahora. Enfrente ya hay varias casas realmente caras o muy caras, para un nivel adquisitivo alto. En cierta manera esta casa podría elevarse sobre sí misma y flotar, como Baralla. Desde que hice la foto la miro de otra manera, y paso (sigo pasando, a pesar de este calor y de julio), casi cada día.
EliminarUn abrazo
Impacta el abandono
ResponderEliminarCreo que deberían haberla acabado del todo, Noite. Supongo que les pasó como a tantos, incluído yo mismo hace veinte años, y referido a otro tipo de casa: no teníamos dinero suficiente para todo, y hay partes de una casa que pueden esperar. Pero no vive nadie.
EliminarUn abrazo
Me encanta esta foto, me lleva al lugar/sitio, me encuentro ahí/aquí, siento la tierra, el pasto, camino a la casa, toco la puerta y grito "Está alguién!?"
ResponderEliminarUn abrazo
Es curioso, Giovanni, pero no vive nadie. A lo largo de veinte años he visto cómo se empezaban a acababan casas por esa zona, imaginando el frío que pasan los albañiles en invierno y el calor que ahora mismo sienten. Sólo lo imagino, es realmente duro en su aspecto físico. Tu casa es, en parte, de madera, y la mantienes, lo recuerdo.
EliminarUn abrazo