No me esperaba un paisaje así de Estocolmo. Autovías separadas unas de otras por vallas metálicas (¿esperaban que los educados suecos intentaran cruzarlas como hacemos los del Sur, a poco que podamos?) que van cogiendo altura hasta una zona brillante de oficinas.
Abajo, como adorno, una pared con dibujos mediante losetas de color. La de la derecha está rota. ¿De verdad estamos en Estocolmo y no en los arrabales de una ciudad del Sur?
Se agradece mucho, en esta foto, el color, que da profundidad y altura al paisaje.
Sé que viviste allí, Myriam, como ahora mi hija, aunque en otras circunstancias. Pondré más, claro, unas diez, aunque no suelen ser las más convencionales, esas suelen ser las que ponen los Ayuntamientos. Pero tampoco las mías son de denuncia, simplemente son las que vi pasando por allí. Intento que sean potentes fotográficamente, ya que emotiva e ideológicamente están hechas dando palos de ciego.
Te puse comentarios en tus entradas más recientes antes de leer este tuyo. Mira, me alegro de que tu hija esté viviendo allí, será, ya lo es una experiencia fabulosa, con sus luces y sombras, desde luego. Con respecto a tus fotos, me gusta tu mirada fresca, inmediata y tan personal. Me dejas meditando sobre cada toma.
Ciudad de cemento. Cuesta respirar en esta imagen. Así son nuestras ciudades a menudo, sobre todo si al cemento del suelo le sumamos el plomo del cielo.
Quizás sea el clima, y la luz que se deriva de él, lo que más cueste de sobrellevar en Estocolmo. Pero ellos lo hacen, y no todos tienen apartamentos en España, aunque parece que muchos sí.
No me esperaba un paisaje así de Estocolmo. Autovías separadas unas de otras por vallas metálicas (¿esperaban que los educados suecos intentaran cruzarlas como hacemos los del Sur, a poco que podamos?) que van cogiendo altura hasta una zona brillante de oficinas.
ResponderEliminarAbajo, como adorno, una pared con dibujos mediante losetas de color. La de la derecha está rota. ¿De verdad estamos en Estocolmo y no en los arrabales de una ciudad del Sur?
Se agradece mucho, en esta foto, el color, que da profundidad y altura al paisaje.
Hay de todo, en Estocolmo, pero menos visible que en las ciudades del sur. La foto de hoy, y las próximas, serán más convencionales, creo.
EliminarUn abrazo
Creo saber dónde la tomaste. Interesante perspectiva. ¿Tienes más?
ResponderEliminarUn abrazo
Sé que viviste allí, Myriam, como ahora mi hija, aunque en otras circunstancias. Pondré más, claro, unas diez, aunque no suelen ser las más convencionales, esas suelen ser las que ponen los Ayuntamientos. Pero tampoco las mías son de denuncia, simplemente son las que vi pasando por allí. Intento que sean potentes fotográficamente, ya que emotiva e ideológicamente están hechas dando palos de ciego.
EliminarUn abrazo
Te puse comentarios en tus entradas más recientes antes de leer este tuyo. Mira, me alegro de que tu hija esté viviendo allí, será, ya lo es una experiencia fabulosa, con sus luces y sombras, desde luego. Con respecto a tus fotos, me gusta tu mirada fresca, inmediata y tan personal. Me dejas meditando sobre cada toma.
EliminarUn abrazo
Ciudad de cemento. Cuesta respirar en esta imagen. Así son nuestras ciudades a menudo, sobre todo si al cemento del suelo le sumamos el plomo del cielo.
ResponderEliminarUn abrazo
Quizás sea el clima, y la luz que se deriva de él, lo que más cueste de sobrellevar en Estocolmo. Pero ellos lo hacen, y no todos tienen apartamentos en España, aunque parece que muchos sí.
EliminarUn abrazo