Me es difícil pensar que los artistas empaquetan el arte por el calor. Pero las propuesta me parece muy interesante.
La foto uno me encantó. Tan espaciosa y poco concurrida, tan desmasificada. Con el niño que tiene ese camión inmenso. Y la niña que mira (¿sigue habiendo niñas que miran la actividad de los niños?).
Realmente, Nán, el contrabajo está esperando a una chica que lo toca. Son la audiciones de final de curso en el Auditorio. Pruebo el móvil nuevo. Según como se mire parece una perfomance involuntaria, porque lo trajimos desde la calle el profesor de contrabajo y yo mismo. Arte, lo que se dice arte, así como "idea encarnada", hay poco en cualquier lado. Industria más, eso sí. Mi hija miraba a mi hijo, lo recuerdo perfectamente. Él era el mentor en muchas cosas. Ahora ya han crecido, los dos. Y nosotros también, claro.
En fin, se supone que hoy es la verbena de San Juan. Si hago memoria creo que la primera vez que toqué con una orquesta de baile más o menos seria fue tal día como hoy, en Vallirana, en algo parecido a un club naútico con mucha gente y de postín. Sustituía al pianista de aquella orquesta, y debía de tener unos quince años. La promesa del verano de entonces tiene muy poco que ver con la promesa de este verano que comienza, tan convencional, seguramente.
Me es difícil pensar que los artistas empaquetan el arte por el calor. Pero las propuesta me parece muy interesante.
ResponderEliminarLa foto uno me encantó. Tan espaciosa y poco concurrida, tan desmasificada. Con el niño que tiene ese camión inmenso. Y la niña que mira (¿sigue habiendo niñas que miran la actividad de los niños?).
Realmente, Nán, el contrabajo está esperando a una chica que lo toca. Son la audiciones de final de curso en el Auditorio. Pruebo el móvil nuevo. Según como se mire parece una perfomance involuntaria, porque lo trajimos desde la calle el profesor de contrabajo y yo mismo.
EliminarArte, lo que se dice arte, así como "idea encarnada", hay poco en cualquier lado. Industria más, eso sí.
Mi hija miraba a mi hijo, lo recuerdo perfectamente. Él era el mentor en muchas cosas.
Ahora ya han crecido, los dos. Y nosotros también, claro.
En fin, se supone que hoy es la verbena de San Juan. Si hago memoria creo que la primera vez que toqué con una orquesta de baile más o menos seria fue tal día como hoy, en Vallirana, en algo parecido a un club naútico con mucha gente y de postín. Sustituía al pianista de aquella orquesta, y debía de tener unos quince años. La promesa del verano de entonces tiene muy poco que ver con la promesa de este verano que comienza, tan convencional, seguramente.
Un abrazo
Juego en blanco y negro. Excelente.
ResponderEliminarPrácticamente eran iguales las fotos en blanco y negro que en color, en este caso, Pedro.
EliminarUn abrazo