Un blanco y negro de bajo contraste para resaltar una composición milimétrica y la callada armonía de este rincón urbano donde cada elemento parece haber encontrado su lugar de un modo natural, incluidos esos rastros del agua en los sumideros, que de algún modo replican aunque sea fugazmente las formas del grafiti en la pared.
Ese grafitero es un artistazo.
ResponderEliminarEn este barrio (Actur) hay muchos gráfitis, pero muchos, y algunos muy bien.
EliminarUn abrazo
Un blanco y negro de bajo contraste para resaltar una composición milimétrica y la callada armonía de este rincón urbano donde cada elemento parece haber encontrado su lugar de un modo natural, incluidos esos rastros del agua en los sumideros, que de algún modo replican aunque sea fugazmente las formas del grafiti en la pared.
ResponderEliminarEs lo que veo desde la cocina, cada día. Bueno, va cambiando pero poco.
EliminarUn abrazo