Por qué el hombre está ahí, en la entrada de un edificio grande? A qué da entrada esa puerta grande? Qué tiene el hombre sobre las rodillas? A qué mira? Por qué está tan bien abrigado? Contra el sol fuerte de las once menos nueve de la mañana en ese día de 8 de agosto de este verano? Contre el frío (qué frío?)? Una foto de ciudad que, sin embargo, tiene algo de atmósfera de campo, lo que no es raro, porque eso sentía yo cuando estuve en Roma en junio.
Está sentado en la puerta de una iglesia que está en la Vía del Corso, cerca del Hotel Plaza, y pide a los que entran y salen y a los que pasamos. Mira sin ver mucho, creo. Pide con su actitud, con el plato, y no sé por qué va tan abrigado, ya que hace calor, lo que me lleva a pensar que es un asunto de dignidad (hice otra foto, movida, de un acordeonista bien vestido, también pidiendo con su actitud, en el Trastévere, y otra más de alguien que pedía de viva voz, y podría haber hecho muchas más, desgraciadamente), o bien lleva la misma ropa todo el año, algo también posible. Vi muchos como él, y siempre me da mucho apuro hacerles fotografías, por eso salen torcidas o movidas, porque no encuadro sino que están hechas a ojo, más o menos, desde la cintura.
Por qué el hombre está ahí, en la entrada de un edificio grande? A qué da entrada esa puerta grande? Qué tiene el hombre sobre las rodillas? A qué mira? Por qué está tan bien abrigado? Contra el sol fuerte de las once menos nueve de la mañana en ese día de 8 de agosto de este verano? Contre el frío (qué frío?)?
ResponderEliminarUna foto de ciudad que, sin embargo, tiene algo de atmósfera de campo, lo que no es raro, porque eso sentía yo cuando estuve en Roma en junio.
Un abrazo
Está sentado en la puerta de una iglesia que está en la Vía del Corso, cerca del Hotel Plaza, y pide a los que entran y salen y a los que pasamos. Mira sin ver mucho, creo. Pide con su actitud, con el plato, y no sé por qué va tan abrigado, ya que hace calor, lo que me lleva a pensar que es un asunto de dignidad (hice otra foto, movida, de un acordeonista bien vestido, también pidiendo con su actitud, en el Trastévere, y otra más de alguien que pedía de viva voz, y podría haber hecho muchas más, desgraciadamente), o bien lleva la misma ropa todo el año, algo también posible. Vi muchos como él, y siempre me da mucho apuro hacerles fotografías, por eso salen torcidas o movidas, porque no encuadro sino que están hechas a ojo, más o menos, desde la cintura.
ResponderEliminarUn abrazo