No me siento ni estoy triste. Hoy, a las seis de la tarde doy el pistoletazo de salida de un bello sueño hecho realidad que quedó varado en el 2009 cuando tuve un accidente. Ayer, mirando tu foto, pensaba en la desolación que sentí entonces y en la alegría que sentía y siento ahora. Un campo desolado que volverá a renacer.
Un abrazo.
*Vaya panda de desolados que hemos opinado hoy ( sonrisa)
En color esta foto no sería muy distinta. El paso del tiempo, los meses que vienen y van. Y, sobre todo, las estaciones. De repente me pregunto qué nueva vida viene en otoño, y en invierno? Claro, los patinadores, en Holanda, si el tiempo no es grato (a los aficionados del patinaje). Pero qué animal se presenta en estas estaciones? Y qué plantas? Ah, los champiñones! De repente estaban en el pasto! No los había visto crecer, a causa de las hojas caídas.
Bueno, la niebla ya nos ha visitado, como cada año, y creo que los cazadores van detrás de los jabalíes, aunque no estoy muy seguro. He vuelto a Seira, como cada año, y ahora comienza, para mí, el invierno, que se adivina muy duro en lo económico y social. Veremos.
La escena se reproducirá cada año por las mismas fechas, pero el encuadre que has elegido, con el desenfoque de la valla, me transmite desoledad, como si nunca más volviera a crecer nada en esta tierra.
Después de la recogida, desolación.
ResponderEliminarUn abrazo
Un poco triste te veo.
EliminarUn abrazo
Ahí están los grises tirados por los suelos en hermosa "desolación".
ResponderEliminarUn abrazo, José Luis.
He visto campos inmensos así, aquí mismo.
EliminarUn abrazo
Acabo de pasar por un campo de maíz aun sin recolectar y despues de ver esta imagen esa es la sensación que queda...desolación.
ResponderEliminarSaludos
Tampoco exageremos: cada año es lo mismo para el que pasa por allí.
EliminarUn abrazo
Esa malla metálica desenfocada da el contrapunto que necesitaba la composición, el escalofrío preciso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo también para ti, Xuan.
EliminarNo me siento ni estoy triste.
ResponderEliminarHoy, a las seis de la tarde doy el pistoletazo de salida de un bello sueño hecho realidad que quedó varado en el 2009 cuando tuve un accidente.
Ayer, mirando tu foto, pensaba en la desolación que sentí entonces y en la alegría que sentía y siento ahora. Un campo desolado que volverá a renacer.
Un abrazo.
*Vaya panda de desolados que hemos opinado hoy ( sonrisa)
Me alegro por ti, claro.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonitos rayos de luz sobre la imagen...
ResponderEliminarGracias, Indalecio, un abrazo.
EliminarLa hermosura de los campos de maíz se ve distinta desde este ángulo.
ResponderEliminarUn beso
Hay belleza en todos sitios. Un abrazo.
EliminarEn color esta foto no sería muy distinta. El paso del tiempo, los meses que vienen y van. Y, sobre todo, las estaciones. De repente me pregunto qué nueva vida viene en otoño, y en invierno? Claro, los patinadores, en Holanda, si el tiempo no es grato (a los aficionados del patinaje). Pero qué animal se presenta en estas estaciones? Y qué plantas? Ah, los champiñones! De repente estaban en el pasto! No los había visto crecer, a causa de las hojas caídas.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, la niebla ya nos ha visitado, como cada año, y creo que los cazadores van detrás de los jabalíes, aunque no estoy muy seguro. He vuelto a Seira, como cada año, y ahora comienza, para mí, el invierno, que se adivina muy duro en lo económico y social. Veremos.
EliminarUn abrazo
La escena se reproducirá cada año por las mismas fechas, pero el encuadre que has elegido, con el desenfoque de la valla, me transmite desoledad, como si nunca más volviera a crecer nada en esta tierra.
ResponderEliminarCreo que la visión de las cosas cambia si las miras, como hago a veces, como si estuvieran vivas y sintieran como tú o como yo.
ResponderEliminarUn abrazo