Realmente, PEDRO, hay poco que mirar, en estas fiestas, en estos pueblos, esa es la verdad. Los que viven la Navidad desde un punto de vista también religioso lo tienen más fácil, ya que, en cierta manera, los eventos religiosos marcan la agenda, pero para los demás, salvo las tiendas, no hay mucho que mirar. Veníamos del cementerio, nada serio, que diría algún humorista.
Creo que el coche estaba retenido, como tú le llamas. Un posado lejano pero oportuno. Todavía es más oportuno cuando hay niebla, entonces parecen vehículos lunares.
Qué maravilla esos focos que pasan debajo de las luces de Navidad apagada. Llena de resonancias esta fotografía.
ResponderEliminarRealmente, PEDRO, hay poco que mirar, en estas fiestas, en estos pueblos, esa es la verdad. Los que viven la Navidad desde un punto de vista también religioso lo tienen más fácil, ya que, en cierta manera, los eventos religiosos marcan la agenda, pero para los demás, salvo las tiendas, no hay mucho que mirar. Veníamos del cementerio, nada serio, que diría algún humorista.
EliminarUn abrazo
Perspicaz observación, Pedro.
ResponderEliminarY la quieta mole, frente al retenido contrario.
José Luis, los focazos del último coche, ¿fue un robado o un posado?
Buena foto, sí señor.
Creo que el coche estaba retenido, como tú le llamas. Un posado lejano pero oportuno. Todavía es más oportuno cuando hay niebla, entonces parecen vehículos lunares.
EliminarUn abrazo
Muy de navidad, a pesar de que las estrellas ocupan un hueco pequeño en la foto. El acento está ahí.
ResponderEliminarUn abrazo
Año tras año ponen el mismo adorno en el mismo sitio, y yo hago la foto, también año tras año.
EliminarUn abrazo, Giovanni.