Ya vuelven, LUX, dos ciclistas de un pueblo cercano, aunque no tanto, que pasaron por allí, los únicos que vimos, aparte de unos 30 pavos reales, dos avestruces, ocas y gatos. Algún jabalí, en cautividad. El bar, que era a lo que íbamos también, además de andar, cerrado. Y un frío intenso, ningún ruido.
Un abrazo y gracias por el haiku. Tus intervenciones en el otro blog van siendo antológicas, que lo sepas. Aunque no comente.
Buen sentido de la perspectiva y la profundidad
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, José Ramón, y bienvenido a este blog.
EliminarUn abrazo
Bonita foto, José Luis. Intentaré agradecértela con un haiku mañanero malo pero bienintencionado.
ResponderEliminarEl camino
Aquellos dos,
¿aún van o ya vuelven?
Bah, y qué importa…
Ya vuelven, LUX, dos ciclistas de un pueblo cercano, aunque no tanto, que pasaron por allí, los únicos que vimos, aparte de unos 30 pavos reales, dos avestruces, ocas y gatos. Algún jabalí, en cautividad. El bar, que era a lo que íbamos también, además de andar, cerrado. Y un frío intenso, ningún ruido.
EliminarUn abrazo y gracias por el haiku. Tus intervenciones en el otro blog van siendo antológicas, que lo sepas. Aunque no comente.
Igual de larga distancia y espacio amplio, pero aquí hay más signos de actividad y comunicación humana. Es menos solitaria que la foto anterior.
ResponderEliminarUn abrazo
Aunque no lo parezca, Valonga es un lugar bastante visitado, además de que vivan los dueños y trabajadores.
EliminarUn abrazo