Los dos niños de la izquierda (la niña, mejor dicho) miran a alguien que toca, aunque más bien se adivina, el bombo. Ese soy yo. Mi padre solía buscarme para el verano un grupo para que ganara dinero. O formarlo, como en este caso. Y hacíamos de todo: pasacalles, misas cantadas, acompañar a artistas, cantantes, vocalistas, go-gós... ¿Por qué? Porque aunque no lo parezca teníamos estudios musicales, leíamos música y éramos bastante versátiles para la época. Cuando he estado en Galicia me ha sorprendido favorablemente ver que todavía hay fiestas en las que las orquestas más o menos tradicionales tienen cabida. Si la cosa se pusiera realmente mal aquí no tendría más remedio que irme a vivir a Galicia, intentar dar clases en alguna escuela recóndita de música y, los fines de semana tocar en no menos recónditos parajes. Bueno, tampoco estaría mal.
Yo no sé mucho de ello, porque no voy por los pueblos ni por fiestas, pero parece que le dan mucha importancia. Hay orquestas de todo tamaña y algunas enormes, muy apreciadas, como la París de Noya.
Estuve con una orquesta profesional valenciana de las llamadas buenas, en los años ochenta, por Galicia durante semanas. Una experiencia muy agradable. Y coincidimos con orquestas gallegas realmente buenas. Es un mundo, el de las orquestas de baile en toda España, peculiar que conozco bien, aunque llevo años desligado de él. Pero a través de amigos sé de sus vicisitudes. Es un descanso no tener que explicar qué significa esta última palabra.
Esa charanga que no necesita de uniformes ni de publicidad de ningún tipo, solo la música, la fiesta, la ilusión que se ve en los niños, en las mujeres que se asoman, que bajan a la calle. Ya no se exactamente con qué nos ilusionamos ahora. Habrá que esperar otros 40 años para saberlo, supongo.
Es posible que ahora nos ilusionemos con el recuerdo de lo que eran las cosas hace treinta o cuarenta años. Y también es posible que siempre las cosas hayan sido así, tristemente. Porque puede que vayamos a peor.
Es normal que incluyan gaita. Pero hace treinta o cuarenta años los pasacalles no eran con instrumentos autonómicos o locales, sino más bien había cierta idea común de lo que era eso.
Solo en una situación he "maldecido" a las charangas. En las fiestas de San Juan de mi población, andaba de "barracas" con los amigos y, cumpliendo con la lista de festejos, estas se cerraban a las 5 (bueno, a las 5.59). Me daba un paseo para despejarme y me acostaba.
A las 07.00 de la mañana, elprimer acontecimiento del día: la "despertá". Decenas de bandas por la calle, acompañadas por los que tiraban petardos.
En todas las otras ocasiones, la charangas y las bandas de música enlas calles producen una gran alegría.
Supongo que hubo un momento en el que el sentido común dejo de ser habitual en todo, incluidas las fiestas mayores y menores. La fiesta antes no duraba día y noche de manera ininterrumpida, como ahora. Otros tiempos, sin duda.
A mi me encantan. En mi pequeño pueblo serrano, en las fiestas, nos levantan cada día con la diana floreada y es el aviso del chocolate con churros en la plaza. Me gusta. No lo puedo evitar.
No sé cómo están ahora los precios, esa es la verdad. Supongo que el precio que dices es el del mercado. Que les paguen en el acto era lo normal hace años (en Fuendetodos estuvimos varias horas esperando a que el alcalde pagara, de esto hace treinta años, seguro que ahora han cambiado las cosas). Me creo que tarden tres meses en cobrar, en estos tiempos. Tiempos duros, en los que todo es diferente.
No es un recuerdo mío, pero podría serlo, esos días de fiesta en el pueblo con los "pasacalles" matinales.
ResponderEliminarLos dos niños de la izquierda (la niña, mejor dicho) miran a alguien que toca, aunque más bien se adivina, el bombo. Ese soy yo. Mi padre solía buscarme para el verano un grupo para que ganara dinero. O formarlo, como en este caso. Y hacíamos de todo: pasacalles, misas cantadas, acompañar a artistas, cantantes, vocalistas, go-gós... ¿Por qué? Porque aunque no lo parezca teníamos estudios musicales, leíamos música y éramos bastante versátiles para la época.
ResponderEliminarCuando he estado en Galicia me ha sorprendido favorablemente ver que todavía hay fiestas en las que las orquestas más o menos tradicionales tienen cabida. Si la cosa se pusiera realmente mal aquí no tendría más remedio que irme a vivir a Galicia, intentar dar clases en alguna escuela recóndita de música y, los fines de semana tocar en no menos recónditos parajes. Bueno, tampoco estaría mal.
Un abrazo
Yo no sé mucho de ello, porque no voy por los pueblos ni por fiestas, pero parece que le dan mucha importancia. Hay orquestas de todo tamaña y algunas enormes, muy apreciadas, como la París de Noya.
ResponderEliminarEstuve con una orquesta profesional valenciana de las llamadas buenas, en los años ochenta, por Galicia durante semanas. Una experiencia muy agradable. Y coincidimos con orquestas gallegas realmente buenas. Es un mundo, el de las orquestas de baile en toda España, peculiar que conozco bien, aunque llevo años desligado de él. Pero a través de amigos sé de sus vicisitudes. Es un descanso no tener que explicar qué significa esta última palabra.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa charanga que no necesita de uniformes ni de publicidad de ningún tipo, solo la música, la fiesta, la ilusión que se ve en los niños, en las mujeres que se asoman, que bajan a la calle. Ya no se exactamente con qué nos ilusionamos ahora. Habrá que esperar otros 40 años para saberlo, supongo.
ResponderEliminarEs posible que ahora nos ilusionemos con el recuerdo de lo que eran las cosas hace treinta o cuarenta años. Y también es posible que siempre las cosas hayan sido así, tristemente. Porque puede que vayamos a peor.
EliminarUn abrazo
¡Qué recuerdos! ¡Y qué envidia!
ResponderEliminarEn Asturias los pasacalles incluyen gaita...
...y no es lo mismo.
Gracias.
Es normal que incluyan gaita. Pero hace treinta o cuarenta años los pasacalles no eran con instrumentos autonómicos o locales, sino más bien había cierta idea común de lo que era eso.
EliminarUn abrazo
Sabes cómo me gustan estas fotografías que recuperas ahora. Más si sales tú, claro.
ResponderEliminarBueno, Pedro, hemos hecho realmente de todo, sin que se nos caigan los anillos.
EliminarUn abrazo
Solo en una situación he "maldecido" a las charangas. En las fiestas de San Juan de mi población, andaba de "barracas" con los amigos y, cumpliendo con la lista de festejos, estas se cerraban a las 5 (bueno, a las 5.59). Me daba un paseo para despejarme y me acostaba.
ResponderEliminarA las 07.00 de la mañana, elprimer acontecimiento del día: la "despertá". Decenas de bandas por la calle, acompañadas por los que tiraban petardos.
En todas las otras ocasiones, la charangas y las bandas de música enlas calles producen una gran alegría.
Supongo que hubo un momento en el que el sentido común dejo de ser habitual en todo, incluidas las fiestas mayores y menores. La fiesta antes no duraba día y noche de manera ininterrumpida, como ahora. Otros tiempos, sin duda.
EliminarUn abrazo
A mi me encantan. En mi pequeño pueblo serrano, en las fiestas, nos levantan cada día con la diana floreada y es el aviso del chocolate con churros en la plaza.
ResponderEliminarMe gusta. No lo puedo evitar.
Saludos
Deduzco, Luna, que el presupuesto es muy ajustado, afortunadamente.
EliminarUn abrazo
No quería contestar hasta haber preguntado.
Eliminar- diana floreada de sábado y domingo. 1 hora cada día
Amenizar el antes y después de la comida en la era. 30 minutos antes y 1 hora después.
- Amenizar el domingo el aperitivo en la plaza 30 minutos
-Si algunos o todos los compnentes desean quedarse a pecnortar corre a cargo de la Comisión de fiestas.
Por ese tiempo,en octubre pasado cobraron 2.600 euros.
Me han dicho que se les abona el mismo domingo. Algo que al parecer no es muy normal. Que en otros lugares tardan a veces tres meses en pagar.
Saludos
No sé cómo están ahora los precios, esa es la verdad. Supongo que el precio que dices es el del mercado. Que les paguen en el acto era lo normal hace años (en Fuendetodos estuvimos varias horas esperando a que el alcalde pagara, de esto hace treinta años, seguro que ahora han cambiado las cosas). Me creo que tarden tres meses en cobrar, en estos tiempos. Tiempos duros, en los que todo es diferente.
EliminarUn abrazo